Aerotermia en invierno: ¿luz más cara… o la palanca para desengancharse del gas?

¿Tiene sentido apostar por 𝐚𝐞𝐫𝐨𝐭𝐞𝐫𝐦𝐢𝐚 cuando baja el termómetro y sube el miedo a la factura? La discusión sigue viva: quienes la han instalado aseguran que el confort mejora y el gasto baja; quienes dudan señalan el precio de la electricidad. Hoy pongo los datos recientes encima de la mesa para que decidas sin ruido.

Para no perder el hilo, tres ideas que lo ordenan todo:

• 𝐑𝐞𝐧𝐝𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨: una bomba de calor moderna es 𝐝𝐞 𝟑 𝐚 𝟓 𝐯𝐞𝐜𝐞𝐬 𝐦𝐚́𝐬 𝐞𝐟𝐢𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 que una caldera de gas. 
• 𝐆𝐞𝐬𝐭𝐢𝐨́𝐧: con horarios baratos y control “smart”, el coste de calefacción 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐛𝐚𝐣𝐚𝐫 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐮𝐧 𝟑𝟏 % frente a calderas, por desplazamiento de consumo y menores peajes.
• 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐞𝐱𝐭𝐨 𝐞𝐬𝐩𝐚𝐧̃𝐨𝐥: 2024 fue un año de consolidación, con 𝟓𝟗.𝟎𝟎𝟎 𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐚𝐞𝐫𝐨𝐭𝐞𝐫𝐦𝐢𝐚 y solicitudes para instalar 𝐞𝐧 𝐚𝐥𝐳𝐚 𝟓𝟔 %, pese a una caída anual de ventas del 5,5 %.

Lo que dicen los datos en España (2024–2025)

En los últimos años, la aerotermia ha pasado de “nicho” a pieza central de la calefacción eficiente. En 2024, las 𝐬𝐨𝐥𝐢𝐜𝐢𝐭𝐮𝐝𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐢𝐧𝐬𝐭𝐚𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐜𝐫𝐞𝐜𝐢𝐞𝐫𝐨𝐧 𝐮𝐧 𝟓𝟔 % en España, señal de que el interés social no es pasajero. Aun así, el año cerró con 𝐮𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝟓,𝟓 % (mucho menor que en otros países europeos) y 𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚 𝐝𝐞 𝟓𝟗.𝟎𝟎𝟎 𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐚𝐞𝐫𝐨𝐭𝐞𝐫𝐦𝐢𝐚 𝐯𝐞𝐧𝐝𝐢𝐝𝐚𝐬; el mercado total de climatización y ACS rozó 𝟏.𝟒𝟖𝟗 𝐦€ y se mantuvo estable.

La foto no es triunfalista ni catastrofista: es un 𝐦𝐞𝐫𝐜𝐚𝐝𝐨 𝐦𝐚𝐝𝐮𝐫𝐨, con tirón en rehabilitación (más del 45 % de unifamiliares) y 𝐫𝐞𝐭𝐨𝐬 𝐜𝐥𝐚𝐫𝐨𝐬 (formación técnica, espacio en viviendas pequeñas, armonización regulatoria). A medio plazo (2025–2030) el sector 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚 𝐜𝐫𝐞𝐜𝐞𝐫 𝟏𝟓–𝟐𝟓 % anual, apoyado en electrificación del calor y ayudas. 

En paralelo, Europa acelera: las bombas de calor fueron 𝐥𝐚 𝐭𝐞𝐜𝐧𝐨𝐥𝐨𝐠𝐢́𝐚 𝐝𝐞 𝐜𝐚𝐥𝐞𝐟𝐚𝐜𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐚́𝐬 𝐜𝐫𝐞𝐜𝐢𝐨́ 𝐞𝐧 𝟐𝟎𝟐𝟐 (+38 %), y su eficiencia triplica o quintuplica a la caldera de gas, clave para reducir dependencia del gas en edificios.

¿Por qué una bomba de calor puede bajar la factura en invierno?

𝐋𝐚 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐧𝐜𝐚 𝐭𝐞𝐜𝐧𝐨𝐥𝐨́𝐠𝐢𝐜𝐚. La aerotermia “mueve” energía del aire exterior al interior y, por cada kWh eléctrico, entrega 3–5 kWh térmicos (COP estacional), muy por encima de la caldera (≈0,9). Ese multiplicador hace que, incluso con electricidad más cara por kWh, el 𝐜𝐨𝐬𝐭𝐞 𝐩𝐨𝐫 𝐤𝐖𝐡 𝐮́𝐭𝐢𝐥 𝐬𝐮𝐞𝐥𝐚 𝐛𝐚𝐣𝐚𝐫. 

𝐋𝐚 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐧𝐜𝐚 “𝐬𝐦𝐚𝐫𝐭”. Si tu tarifa tiene precios por horas, un control básico (curva climática, programación) permite 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐥𝐚𝐳𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐮𝐦𝐨 𝐚 𝐡𝐨𝐫𝐚𝐬 𝐯𝐚𝐥𝐥𝐞 y precalentar aprovechando la inercia térmica o un pequeño depósito. En Europa, esta gestión “smart heating” 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐫𝐞𝐝𝐮𝐜𝐢𝐫 𝐜𝐨𝐬𝐭𝐞𝐬 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐮𝐧 𝟑𝟏 % respecto a calefacción convencional. 

𝐈𝐧𝐭𝐞𝐠𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐮𝐦𝐚. La aerotermia funciona muy bien con 𝐟𝐨𝐭𝐨𝐯𝐨𝐥𝐭𝐚𝐢𝐜𝐚, depósitos de inercia/ACS y automatización; incluso puede convivir con respaldo eléctrico puntual (<5 % del tiempo) o soluciones híbridas (con solar térmica o caldera). 

“La luz está cara”: el contraargumento… y dónde se rompe

El mes de octubre de 2025 ha subido respecto de septiembre un 24,15% y es cierto que la electricidad tiene un precio por kWh superior al gas en muchos escenarios. Pero comparar facturas sin pasar por el 𝐜𝐨𝐬𝐭𝐞 𝐩𝐨𝐫 𝐤𝐖𝐡 𝐮́𝐭𝐢𝐥 es engañoso. La aerotermia multiplica la energía útil y, con 𝐞𝐦𝐢𝐬𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐚 𝐛𝐚𝐣𝐚 𝐭𝐞𝐦𝐩𝐞𝐫𝐚𝐭𝐮𝐫𝐚 (suelo radiante, fancoils, radiadores bien dimensionados) y 𝐠𝐞𝐬𝐭𝐢𝐨́𝐧 𝐡𝐨𝐫𝐚𝐫𝐢𝐚, el gasto anual compite —y normalmente mejora— frente a gas. Los casos medidos con demanda típica en unifamiliar (12.000–15.000 kWh/año) muestran 𝐚𝐡𝐨𝐫𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝟔𝟎 % frente a gas y mayores frente a eléctrica directa, con amortizaciones frecuentes entre 𝟒–𝟏𝟎 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 según ayudas y vivienda.

Números que aterrizan la discusión (vivienda tipo)

• 𝐕𝐬. 𝐞𝐥𝐞𝐜𝐭𝐫𝐢𝐜𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐢𝐫𝐞𝐜𝐭𝐚: pasar de radiadores eléctricos a aerotermia puede 𝐫𝐞𝐝𝐮𝐜𝐢𝐫 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐥 𝟕𝟎 % del consumo eléctrico para calefacción.
• 𝐕𝐬. 𝐠𝐚𝐬 𝐧𝐚𝐭𝐮𝐫𝐚𝐥: escenarios reales muestran 𝐚𝐡𝐨𝐫𝐫𝐨𝐬 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝟒𝟎–𝟔𝟎 % y recortes de 750–1.300 €/año en unifamiliares medios.
• 𝐈𝐧𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐲 𝐚𝐦𝐨𝐫𝐭𝐢𝐳𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧: la aerotermia cuesta más al principio (≈7.000–18.000 €), pero compensa en gastos anuales y dura más (15–20 años), con 𝐚𝐦𝐨𝐫𝐭𝐢𝐳𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐟𝐫𝐞𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝟒–𝟔 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 si hay subvenciones. 

Ventajas e inconvenientes honestos

𝐕𝐞𝐧𝐭𝐚𝐣𝐚𝐬

• 𝐄𝐟𝐢𝐜𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 3–5x frente a gas, menos emisiones y mejor confort.
• 𝐅𝐥𝐞𝐱𝐢𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 “𝐬𝐦𝐚𝐫𝐭”: con precios horarios, la factura baja por desplazamiento de consumo.
• 𝐄𝐧𝐜𝐚𝐣𝐞 𝐞𝐧 𝐄𝐔: política de electrificación, menos dependencia de gas y mercado en crecimiento. 

𝐈𝐧𝐜𝐨𝐧𝐯𝐞𝐧𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬

• 𝐂𝐚𝐩𝐞𝐱 𝐚𝐥𝐭𝐨: requiere inversión inicial y buena ingeniería. 
• 𝐄𝐦𝐢𝐬𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐚𝐝𝐞𝐜𝐮𝐚𝐝𝐨𝐬: para exprimir COP, mejor baja temperatura (suelo/radiadores sobredimensionados). 
• 𝐑𝐞𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐝𝐢𝐟𝐮𝐬𝐢𝐨́𝐧: espacio en viviendas pequeñas, formación de instaladores y variabilidad regulatoria. 

Claves para un hogar eficiente y comprometido (más allá de la máquina)

• 𝐀𝐢𝐬𝐥𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐲 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐧𝐪𝐮𝐢𝐝𝐚𝐝: menos demanda, menos potencia necesaria y mejor COP “real”.
• 𝐄𝐦𝐢𝐬𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐚 𝐛𝐚𝐣𝐚 𝐭𝐞𝐦𝐩𝐞𝐫𝐚𝐭𝐮𝐫𝐚: suelo radiante o radiadores dimensionados a 35–45 °C.
• 𝐀𝐮𝐭𝐨𝐦𝐚𝐭𝐢𝐳𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧: curva climática, termostatos programables y estrategia de horas valle. 
• 𝐅𝐨𝐭𝐨𝐯𝐨𝐥𝐭𝐚𝐢𝐜𝐚 𝐫𝐞𝐝𝐨𝐦𝐞𝐬𝐭𝐢𝐜𝐚: emparejar aerotermia+FV acelera el retorno. 

Ayudas y marco europeo: lo que te puede mejorar la amortización

Hay un tejido de 𝐢𝐧𝐜𝐞𝐧𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐲 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐧𝐨́𝐦𝐢𝐜𝐨𝐬 (RD 477/2021 y fondos NextGen) que cubren parte de la inversión: en residencial se contemplan esquemas por kW instalado y complementos (p. ej., suelo radiante), con límites y requisitos de mejora de eficiencia. La horquilla típica de ayudas hace 𝐛𝐚𝐣𝐚𝐫 𝐯𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 la amortización efectiva. 

A escala UE, los objetivos REPowerEU buscan multiplicar el despliegue de bombas de calor y 𝐫𝐞𝐝𝐮𝐜𝐢𝐫 𝐞𝐥 𝐠𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐝𝐢𝐟𝐢𝐜𝐢𝐨𝐬 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝟒𝟎 % a 2030, con importantes ahorros en importaciones de energía. 

¿Para quién compensa más?

• 𝐂𝐚𝐬𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐧 𝐠𝐚𝐬𝐨𝐢𝐥/𝐩𝐫𝐨𝐩𝐚𝐧𝐨 𝐨 𝐞𝐥𝐞𝐜𝐭𝐫𝐢𝐜𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐢𝐫𝐞𝐜𝐭𝐚: el salto de ahorro es mayor y el retorno, más corto. 
• 𝐕𝐢𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐚 𝐮𝐧𝐢𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐝𝐞𝐦𝐚𝐧𝐝𝐚 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐚/𝐚𝐥𝐭𝐚: más kWh útiles → más ahorro absoluto. 
• 𝐏𝐢𝐬𝐨𝐬 𝐲 𝐜𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬: hay soluciones centralizadas y por columnas; el caso europeo en multifamiliar crece año a año. 

Errores que encarecen (y cómo evitarlos)

• 𝐒𝐨𝐛𝐫𝐞𝐝𝐢𝐦𝐞𝐧𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚𝐫 𝐬𝐢𝐧 𝐜𝐚́𝐥𝐜𝐮𝐥𝐨 𝐭𝐞́𝐫𝐦𝐢𝐜𝐨: eleva coste y baja eficiencia.
• 𝐄𝐦𝐢𝐬𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐢𝐧𝐚𝐝𝐞𝐜𝐮𝐚𝐝𝐨𝐬: exigir 60–70 °C arruina el COP; mejor baja temperatura. 
• 𝐍𝐨 𝐚𝐩𝐫𝐨𝐯𝐞𝐜𝐡𝐚𝐫 𝐡𝐨𝐫𝐚𝐬 𝐯𝐚𝐥𝐥𝐞: pierdes la mitad del potencial de ahorro “smart”. 

Mirada internacional para contextualizar

Países nórdicos, Alemania o Polonia han disparado la adopción por clima, precios del gas y políticas de apoyo; allí la tecnología muestra 𝐚𝐡𝐨𝐫𝐫𝐨𝐬 𝐚𝐧𝐮𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐚𝐥𝐭𝐨𝐬 y retornos rápidos en unifamiliares. En España y Francia, los ahorros frente a gas llegan habitualmente al 50–60 %, con 𝟗𝟎𝟎–𝟏.𝟑𝟎𝟎 €/año de recorte en viviendas medias.

Para debatir sin mitos (y para decidir)

La pregunta no es si la luz está cara, sino ¿𝐜𝐮𝐚́𝐧𝐭𝐨 𝐜𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐜𝐚𝐥𝐞𝐧𝐭𝐚𝐫 𝐭𝐮 𝐜𝐚𝐬𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐤𝐖𝐡 𝐮́𝐭𝐢𝐥?

Con datos y una instalación bien planteada, la aerotermia 𝐝𝐢𝐬𝐦𝐢𝐧𝐮𝐲𝐞 𝐦𝐚́𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐮𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚 tu factura invernal, y complementada con fotovoltaica, te prepara para un sistema eléctrico más limpio y flexible.