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Suelo radiante con aerotermia: ¿Por qué elegirlo?

El suelo radiante aerotermia se ha convertido en una de las soluciones de climatización más eficientes para casas y reformas integrales. Permite calefacción y refrigeración con una sola instalación, reduciendo tu factura de la luz gracias a una bomba de calor de alta eficiencia que trabaja a baja temperatura.

Todo ventajas si quieres instalar suelo radiante con aerotermia

Elegir suelo radiante con aerotermia significa apostar por confort y ahorro. La combinación de agua a baja temperatura circulando por tubos bajo el pavimento y una bomba de calor de última generación permite una temperatura homogénea sin corrientes de aire. Además, el mismo sistema puede refrescar en verano, logrando una sensación similar a la del aire acondicionado pero con un enfoque radiante más suave. A continuación tienes un resumen de ventajas para situarte.

VentajaPor qué importa
Ahorro en la facturaLa aerotermia puede entregar 3–5 kWh de calor por cada kWh eléctrico consumido, ayudando a reducir el gasto mensual.
Confort uniformeEl calor radia desde el suelo y la temperatura se reparte de manera homogénea en todas las estancias.
Calefacción y refrigeraciónEl mismo sistema calienta en invierno y refresca en verano; puede combinarse con fancoils para un efecto tipo aire acondicionado.
Baja temperatura de impulsiónTrabaja con agua templada, lo que mejora la eficiencia y alarga la vida útil de la bomba de calor.
Estética y espacioSin radiadores ni splits a la vista; libera paredes y mejora la decoración.
Compatible con fotovoltaicaSi tienes placas solares, puedes autoconsumir parte de la energía de la aerotermia.
Mantenimiento reducidoRevisiones sencillas y buen control domótico para vigilar consumos.
Revalorización del inmuebleAñade un punto de eficiencia energética que los compradores valoran.

¿Qué es realmente lo que hay debajo del suelo?

El suelo radiante es un sistema de climatización por radiación y baja temperatura. Bajo el pavimento se instala una capa aislante, una lámina reflectante y una malla de tubos por la que circula agua templada. Esta agua es calentada o enfriada por una bomba de calor aerotérmica, que extrae energía del aire exterior. El resultado es un intercambio suave con la estancia: el suelo cede calor al ambiente en invierno y lo absorbe en verano cuando se activa el modo refrescante.

Cómo funciona la aerotermia con suelo radiante

La bomba de calor capta energía del aire y, mediante un ciclo frigorífico, la transfiere al circuito hidráulico del suelo. A diferencia de los radiadores tradicionales, que requieren agua a alta temperatura, el suelo radiante funciona con impulsiones de 30–45 °C para calefacción, lo que dispara la eficiencia. Cuando queremos refrescar, la bomba invierte el ciclo y hace circular agua fría por los tubos, ayudando a bajar la temperatura de la estancia de forma gradual. Con una buena gestión de humedad y control de punto de rocío, el sistema ofrece un frescor muy agradable, sin corrientes.

Instalación por capas y control inteligente

El instalador prepara el soporte, coloca aislante, banda perimetral y sistema de sujeción, distribuye los circuitos de tubo por estancias, conecta a un colector con válvulas y monta la bomba de calor con su depósito de inercia si procede. Todo se gobierna con termostatos por zona y una centralita que ajusta curva climática según la temperatura exterior. Este control permite evitar picos, mantener el confort y optimizar consumos. La inercia térmica del suelo aporta estabilidad: tarda un poco en arrancar, pero luego mantiene la temperatura con muy poco esfuerzo.

Cuánto me puede costar el suelo radiante con aerotermia

El coste depende de la superficie útil, la calidad de los materiales, el aislamiento de la vivienda y el tipo de obra (nueva o reforma). Como guía orientativa, el suelo radiante hidráulico puede situarse en un rango por m² que muchas veces se mueve entre 35 y 80 €/m² para la parte de tubos, aislantes y colectores, mientras que la bomba de calor aerotérmica y accesorios pueden añadir desde 5.000 hasta 12.000 € o más, según potencia, marca y depósitos. Un proyecto medio de vivienda puede quedar, de forma muy general, entre 8.000 y 18.000 € sumando equipos e instalación, aunque en casas grandes o con requerimientos especiales puede superar esa cifra. Recalcamos que son estimaciones que deben confirmarse con presupuesto, ya que cada obra es un mundo.

Si te interesa desglosar el precio m² con más detalle, en breve publicaremos un análisis específico que enlazaremos aquí para que compares partidas y precios reales. Deja este enlace guardado y consúltalo cuando esté disponible: precio por m² de suelo radiante aerotermia. En cuanto a marcas, en el mercado encontrarás opciones como Bosch, Daikin, Vaillant, Saunier Duval o incluso soluciones y accesorios disponibles en Leroy Merlin; aquí solo las nombramos como referencia, sin entrar a comparar modelos.

Problemas que suelen tener los suelos radiantes

Un suelo radiante aerotermia bien diseñado y ejecutado es seguro y fiable. Los “problemas” más citados suelen derivarse de una mala planificación o de expectativas poco realistas. La inercia térmica implica que no es un sistema para “encender y apagar” como un split; se gestiona con programaciones y curvas climáticas que mantienen el confort constante. En modo refrescante, si no se controla la humedad y el punto de rocío, puede aparecer condensación puntualmente; un control adecuado y, en su caso, apoyo con deshumidificación o fancoils, soluciona este escenario. La compatibilidad con diferentes pavimentos es amplia, pero conviene verificar resistencia térmica del suelo acabado para preservar la eficiencia.

En resumen, con un proyecto bien calculado, un aislamiento correcto y puesta en marcha profesional, tendrás confort y ahorro durante años. El mantenimiento es sencillo y se limita a revisiones de la bomba de calor y del circuito hidráulico.

Claves para realmente tener un suelo radiante aerotermia en tu casa

La primera clave es dimensionar la potencia de la bomba de calor en función de las cargas térmicas reales de tu vivienda. Un equipo sobredimensionado o corto de potencia afecta al rendimiento y al confort. La segunda es el aislamiento: cuanto mejor esté aislada la envolvente, menos kWh necesitarás para calentar o refrescar. Tercero, el control: termostatos por zonas, curva climática bien ajustada y, si puedes, domótica para ver en tiempo real tu consumo y ajustar horarios.

También conviene optimizar tu tarifa eléctrica. Si utilizas aerotermia, los perfiles horarios y el precio del kWh impactan en el coste final. Revisa aquí tu plan para ahorrar más con el mismo uso: compara tarifas de luz. Y si quieres profundizar en conceptos técnicos, deja a mano nuestra guía de aerotermia con explicaciones claras sobre calefacción a baja temperatura, SCOP, COP, depósito de inercia y agua caliente sanitaria. Si te planteas complementar el frescor de verano, valora integrar fancoils para un efecto más cercano al aire acondicionado, especialmente en climas muy húmedos.

Pensando en la calefacción, el suelo radiante brilla con impulsiones bajas y curva climática. Para las puntas de frío, un buen ajuste de consigna evita sobredimensionar la potencia. Y si tienes o planeas placas fotovoltaicas, podrás autoconsumir parte de la energía de la aerotermia, multiplicando el ahorro y acelerando el retorno de la inversión.

Ajustes finos que marcan la diferencia

Una puesta en marcha meticulosa con equilibrado de caudales por circuito, sonda exterior bien situada y curva climática ajustada al aislamiento de la casa multiplica el confort. Define consignas realistas; subir o bajar un grado cambia el consumo notablemente. En verano, controla el punto de rocío y decide si usar refrescamiento radiante solo o combinado con fancoils. Y no olvides la calidad del pavimento: materiales con buena transmisión térmica, como cerámica o piedra, realzan el rendimiento; con madera o laminados, revisa siempre la resistencia térmica.

Preguntas frecuentes sobre la aerotermia

Sí, el sistema puede refrescar haciendo circular agua fría por los tubos. La sensación es suave y homogénea, diferente al aire impulsado de un split. En climas húmedos, añadir deshumidificación o fancoils mejora el resultado, acercándolo a un aire acondicionado tradicional.

Depende de la marca, el aislamiento, el tipo de obra y la complejidad. De forma orientativa, la parte de suelo puede situarse entre 35 y 80 €/m², a lo que se suma la bomba de calor y accesorios.

En una vivienda tipo, combinando suelo radiante y bomba de calor, los proyectos acostumbran a moverse, de forma general, entre 8.000 y 18.000 €. Solicita un presupuesto personalizado para tu caso concreto y compara precios.

La aerotermia tiene mantenimiento reducido: revisión anual de la bomba de calor, chequeo de presiones, purga si procede y verificación de controles. El suelo radiante no requiere intervenciones frecuentes si la instalación está bien equilibrada.

Los problemas suelen venir de diseño o instalación deficientes. Con materiales certificados, presión de prueba y una puesta en marcha profesional, el sistema es seguro. La posibilidad de fugas es muy baja y se minimiza con un buen protocolo de instalación.

Sí. La aerotermia es especialmente interesante con fotovoltaica, ya que puedes autoconsumir parte de la electricidad y reducir aún más el coste operativo. Es una vía clara hacia el ahorro y la descarbonización del hogar.

La mayoría de suelos funcionan, pero conviene revisar la resistencia térmica del material. Cerámica y piedra transmiten mejor; con madera o laminados, elige opciones aptas para suelo radiante y sigue las recomendaciones del fabricante

Contenido actualizado a 6 de agosto de 2025.

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