¿Merece la pena sustituir caldera de gasoil por aerotermia?
Cambiar la caldera de gasoil por aerotermia supone dar un paso clave hacia un hogar más eficiente, menos dependiente de combustibles fósiles y con un confort térmico mejorado. En esta página analizamos con detalle si merece la pena sustituir caldera de gasoil por aerotermia, qué implica hacer ese cambio, y cuáles son las ventajas reales frente a mantener la caldera de gasoil tradicional. Aprovecharemos también para enlazar internamente con otros contenidos de Hogaryeficiencia.es sobre calefacción, eficiencia energética y subvenciones para renovables.
¿Merece la pena cambiar por la aerotermia?
La pregunta central «¿merece la pena sustituir caldera de gasoil por aerotermia?» se plantea desde distintos ángulos: económico, técnico y medioambiental. Las instalaciones de calderas de gasoil en viviendas están cada vez más cuestionadas debido al coste elevado del combustible, las emisiones asociadas y las normativas que impulsan tecnologías más limpias.
Según empresas del sector, al optar por una bomba de calor de aerotermia se pueden lograr ahorros de más del 60 % en el consumo respecto a sistemas de combustión convencionales. Por ejemplo, un análisis apunta que, en hogares donde el sistema de radiadores tradicionales se mantiene, la aerotermia puede reducir el consumo energético anual de forma considerable.
Desde la vertiente técnica, la aerotermia aprovecha energía del aire exterior para generar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria, lo que la diferencia de la caldera de gasoil que quema combustible para generar calor.
Teniendo en cuenta la inversión necesaria, los plazos de amortización suelen girar en torno a algunos años, dependiendo del tamaño de la vivienda, del tipo de emisores térmicos existentes y de las tarifas eléctricas.
Por tanto, en casos de viviendas donde el sistema de calefacción aún funciona, donde la instalación eléctrica lo permite y donde hay posibilidad de aprovechar la estructura de radiadores o suelo radiante, la sustitución puede resultar muy interesante. En cambio, en casos donde la instalación es antigua o la vivienda requiere una reforma completa, la decisión debe evaluarse con más detalle.
En resumen: sí, en muchos casos merece la pena sustituir caldera de gasoil por aerotermia, siempre que se analicen costes, subvenciones, posibilidades técnicas y amortización.
¿Qué implica cambiar a una bomba de calor aerotérmica?
Realizar la transición desde una caldera de gasoil a un sistema de aerotermia conlleva una serie de pasos y consideraciones que conviene tener claros para que la instalación sea eficiente y rentable.
Primero, se debe revisar la actual instalación de calefacción: si ya existe una red de radiadores o suelo radiante, la bomba de calor puede aprovecharla. De esta manera, tan solo habría que sustituir un equipo por otro aprovechando la instalación ya existente.
En segundo lugar, es clave valorar la potencia y ubicación del sistema exterior (la unidad de aerotermia) y su compatibilidad con la vivienda, así como que la instalación eléctrica soporte la nueva carga. El paso de combustión a bomba de calor requiere menos espacio para el combustible (ya no se almacena gasoil) pero implica una unidad exterior con ventilador, tuberías frigoríficas o hidráulicas y, en muchos casos, un depósito de agua caliente.
Además, hay que evaluar el tipo de emisores térmicos: los sistemas de suelo radiante de baja temperatura ofrecen mayor eficiencia con aerotermia, mientras que radiadores tradicionales pueden limitar el rendimiento si no son de baja temperatura.
La obra suele incluir retirada de la caldera de gasoil, depósito de combustible si existe, modificación de tuberías, instalación de la bomba de calor, programación del sistema y puesta en marcha. Aunque no siempre es una reforma mayor, sí es una intervención relevante.
En cuanto a la eficiencia, la aerotermia permite coeficientes de rendimiento muy superiores a las calderas de gasoil: puede generar 3‐4 kWh térmicos por cada 1 kWh eléctrico consumido, lo que se traduce en menor consumo final y menores emisiones de CO₂.
También conviene tener en cuenta las ayudas disponibles: mediante planes como el ‘Plan Renove’ o los Certificados de Ahorro Energético (CAE) se puede recibir descuentos directos, financiación sin intereses o incluso bonificaciones que pueden reducir de forma notable la inversión.
En conclusión, cambiar a aerotermia implica una transformación de la instalación térmica, requiere análisis previo y una buena ejecución, pero abre la puerta a una calefacción más eficiente, limpia y moderna.
¿Tienes claro qué es una bomba de calor aerotermia?
Ventajas de la aerotermia frente a la caldera de gasoil
La comparación entre la caldera de gasoil tradicional y un sistema de aerotermia ofrece una serie de ventajas claras que merecen ser destacadas para entender por qué la sustitución se está convirtiendo en una opción cada vez más habitual.
- Desde el punto de vista económico, el combustible gasoil ha visto su precio al alza, y según estudios, muchas familias gastan más de 3.000 € al año en calefacción cuando utilizan gasoil como fuente principal. Con una bomba de calor aerotérmica, ese gasto puede reducirse de forma sustancial, ya que el sistema extrae energía del aire y requiere una menor energía primaria para funcionar.
- En términos de eficiencia, la aerotermia opera con rendimientos muy superiores al de la combustión de gasoil. Dado que no depende de quemar combustible interno, evita pérdidas por chimenea y combustión, lo que se traduce en menor consumo, menos emisiones y mayor vida útil del equipo.
- Otro aspecto relevante es la sostenibilidad: las calderas de gasoil generan emisiones de CO₂ y otros contaminantes, mientras que la aerotermia utiliza energía renovable (aire exterior) y puede reducir las emisiones de CO₂ en un domiciliado más de un 70 % respecto a sistemas fósiles.
- En cuanto al confort, la aerotermia permite calefacción, refrigeración y producción de agua caliente sanitaria con un solo equipo, lo que simplifica la instalación y mejora la versatilidad del sistema. Las calderas de gasoil se limitan normalmente a calefacción o agua caliente y dependen de suministro de combustible físico.
- Además, el mantenimiento suele resultar más sencillo: sin depósito de gasoil que limpiar o almacenar, sin combustión que controlar, y con sistemas modernos más inteligentes, el uso diario es más cómodo y estable.
- Por último, en muchos casos las ayudas a la sustitución permiten que la inversión inicial sea más asequible o tenga un periodo de amortización más corto, lo que mejora la viabilidad financiera del cambio.
Por todos estos motivos: ahorro, eficiencia, sostenibilidad y comodidad, la aerotermia se posiciona como una alternativa muy robusta frente a la caldera de gasoil.
Aspectos clave para elegir la aerotermia en mi casa
Elegir el sistema de aerotermia con radiadores adecuado es una decisión importante que debe tomarse con toda la información posible. Además de considerar el precio y el tipo de radiadores, hay otros aspectos cruciales que debes tener en cuenta. Uno de ellos es el aislamiento de tu vivienda. Un buen aislamiento térmico es fundamental para que la aerotermia funcione de manera óptima y alcances el máximo ahorro. Si tu casa no está bien aislada, parte del calor que genera el sistema se perderá, reduciendo su eficiencia. Otro punto a considerar es el tamaño y la potencia del equipo que necesitas. Es vital que un profesional cualificado realice un estudio térmico de tu casa para determinar la potencia adecuada. Un equipo demasiado grande consumirá más de lo necesario, y uno demasiado pequeño no calentará la casa correctamente en los días más fríos.
También es muy relevante el tipo de radiadores. Como ya hemos comentado, los radiadores de baja temperatura son los más recomendables porque maximizan la eficiencia del sistema, permitiendo que la aerotermia trabaje a una menor temperatura. Sin embargo, si ya tienes radiadores de alta temperatura, puedes seguir utilizándolos, aunque es posible que tu bomba de calor necesite trabajar a una temperatura más alta, lo que podría reducir ligeramente su eficiencia.
Por último, es recomendable investigar sobre las marcas de aerotermia para elegir un equipo de calidad y que te ofrezca un buen servicio postventa. Algunas de las marcas más reconocidas en el mercado son Daikin, LG, Panasonic, y Mitsubishi. Cada una de ellas ofrece una variedad de modelos con distintas potencias y características.
¿Cuánto cuesta instalar la aerotermia?
En resumen, para quienes se plantean: ¿merece la pena sustituir caldera de gasoil por aerotermia?, la respuesta es clara: en la mayoría de los casos sí, siempre y cuando se haga con una buena evaluación técnica y financiera. Sustituir la caldera de gasoil por aerotermia es un cambio que permite entrar en una nueva era del confort térmico en el hogar, con menos emisiones, menos dependencia de combustibles fósiles y un coste energético más moderado al largo plazo.
Preguntas frecuentes sobre sustituir la caldera de gasoil por aerotermia
¿Cuánto ahorro real puedo tener al cambiar la caldera de gasoil por aerotermia?
Aunque el ahorro exacto depende de la vivienda, del sistema de calefacción existente, de la tarifa eléctrica y del clima, se estima una reducción del consumo energético anual en más de un 60 % al cambiar una caldera de gasoil por aerotermia.
¿Qué tipo de obra requiere el cambio a aerotermia?
La obra suele implicar la retirada de la caldera, el depósito de gasoil, la instalación de una unidad exterior de aerotermia, adaptación de tuberías y, en su caso, cambio de emisores si son antiguos. También es necesario comprobar que la instalación eléctrica está dimensionada correctamente.
¿Se puede instalar aerotermia aprovechando los radiadores existentes?
Sí, es posible. Si bien la eficiencia será mayor con suelo radiante o emisores de baja temperatura, la aerotermia puede funcionar con radiadores tradicionales. Se recomienda que éstos permitan trabajar con agua a temperaturas más bajas para aprovechar mejor el sistema.
¿Existen ayudas para cambiar de caldera de gasoil a aerotermia?
Sí, hay programas como el plan renove de Iberdrola o los certificados de ahorro energético (CAE) que ofrecen descuentos, financiación o bonificaciones al cambiar a aerotermia.
¿Cuándo no merece la pena cambiar la caldera de gasoil por aerotermia?
Si la vivienda tiene una instalación obsoleta que requeriría una reforma completa, si los radiadores están diseñados únicamente para alta temperatura, o si el coste de instalación es demasiado elevado para el ahorro esperado, puede que la amortización se alargue demasiado. En esos casos conviene hacer un análisis detallado antes de decidir.
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