Frigorífico: ¿a qué temperatura poner la nevera y el congelador?
La temperatura ideal del frigorífico debe tener entre 3°C y 5°C, mientras que la temperatura del congelador debe ser unos -18°C. Estas temperaturas garantizan que los alimentos se conserven de forma segura y prolongada, evitando el crecimiento de bacterias y manteniendo su frescura. Mantener el frigorífico y el congelador a la temperatura adecuada no solo preserva mejor los alimentos, sino que también optimiza el consumo energético.
En este artículo, vamos a profundizar en la importancia de ajustar correctamente la temperatura del frigorífico, analizar si debe cambiar en función de la estación del año y ofrecer algunos consejos útiles para sacar el máximo provecho de tu nevera en términos de eficiencia energética y ahorro.
Por qué es importante ajustar la temperatura de tu frigorífico
Ajustar correctamente la temperatura de tu frigorífico es crucial para mantener los alimentos en condiciones óptimas y prolongar su frescura. Si la temperatura es demasiado alta, los alimentos pueden deteriorarse más rápido, favoreciendo el crecimiento de bacterias como la Salmonella o la Listeria, que proliferan en ambientes cálidos. Por otro lado, si la temperatura es demasiado baja, puede generar un consumo energético excesivo, aumentando el gasto eléctrico y afectando la conservación de ciertos alimentos sensibles al frío extremo.
Además, una temperatura mal ajustada en el frigorífico puede hacer que el electrodoméstico trabaje más de lo necesario, acortando su vida útil y generando ineficiencias energéticas. Por ello, es esencial encontrar un equilibrio adecuado para garantizar tanto la seguridad alimentaria como el ahorro energético.
Temperatura ideal de tu frigorífico: Bosch, LG o Samsung…
La temperatura ideal del frigorífico puede variar ligeramente según el modelo o la marca que tengas en casa, como Bosch, LG o Samsung. La mayoría de los fabricantes recomiendan una temperatura en el rango de 3°C a 5°C para la nevera y -18°C para el congelador. A continuación, te presentamos una tabla de referencia para algunas de las principales marcas:
Temperatura recomendada | Frigorífico | Congelador |
---|---|---|
Balay | 4°C | -18°C |
Beko | 4°C | -18°C |
Bosch | 4°C | -18°C |
Candy | 5°C | -18°C |
LG | 3°C | -18°C |
Samsung | 3°C | -19°C |
Estas recomendaciones te ayudarán a configurar correctamente tu frigorífico, asegurando un rendimiento eficiente y una conservación óptima de los alimentos.
Temperatura en verano o invierno: ¿debe cambiar?
Es recomendable ajustar la temperatura del frigorífico en función de la estación del año. Durante el verano, cuando las temperaturas exteriores son más altas, el frigorífico debe compensar este calor adicional para mantener el interior frío, por lo que puede ser necesario bajar ligeramente la temperatura (por ejemplo, a 3°C). En cambio, en invierno, cuando las temperaturas ambientales son más bajas, puedes mantener el frigorífico a 4°C o 5°C, ya que no necesitará trabajar tanto para conservar los alimentos.
El congelador, sin embargo, debe mantenerse en torno a -18°C tanto en verano como en invierno, ya que esta temperatura garantiza la correcta conservación de los alimentos congelados en cualquier época del año.
Trucos para sacar lo mejor de la temperatura ideal de tu nevera
Optimizar el uso de la nevera no solo ayuda a conservar los alimentos en buen estado, sino que también puede traducirse en un ahorro energético significativo. Compañías como Endesa ofrecen tarifas especiales para cargar tus electrodomésticos de manera eficiente, aprovechando las horas valle, lo que puede ayudarte a reducir los gastos en la factura de la luz. Aquí te dejamos algunos trucos para aprovechar al máximo la temperatura ideal de tu frigorífico.
Ubicación de la nevera
La ubicación del frigorífico juega un papel clave en su eficiencia energética. Para optimizar su funcionamiento, es importante colocarlo en un lugar alejado de fuentes de calor como radiadores, ventanas con luz directa o el horno. Cuando el frigorífico está en un ambiente demasiado cálido, necesita trabajar más para mantener su temperatura interna, lo que incrementa el consumo energético.
Comparte tu nevera
Uno de los mejores trucos para ahorrar energía es compartir la nevera de forma eficiente. Mantenerla medio vacía o completamente llena afecta el rendimiento del electrodoméstico. Un frigorífico bien lleno retiene mejor el frío, ya que los alimentos almacenados ayudan a mantener una temperatura estable. Si no tienes suficientes alimentos, puedes llenar botellas con agua para ocupar el espacio y mejorar la eficiencia energética.
Coloca bien los alimentos en las baldas: arriba o abajo
La distribución de los alimentos en las baldas de la nevera también influye en su rendimiento. Los alimentos más perecederos, como carnes y pescados, deben colocarse en la parte inferior, donde la temperatura suele ser más baja. Las frutas y verduras pueden almacenarse en los cajones destinados a este fin. Colocar los alimentos correctamente ayuda a que la nevera mantenga una temperatura uniforme y reduzca el trabajo del compresor, lo que resulta en un menor consumo de energía.
Mantener la puerta cerrada
Abrir la puerta del frigorífico con frecuencia y durante largos periodos de tiempo provoca que el aire frío se escape, obligando al electrodoméstico a trabajar más para recuperar la temperatura ideal. Para evitar este problema, es recomendable abrir la puerta solo cuando sea necesario y cerrarla lo antes posible. Mantener la puerta del frigorífico cerrada es una de las medidas más sencillas y efectivas para mejorar la eficiencia energética del electrodoméstico.
Mantener la temperatura ideal del frigorífico y congelador no solo prolonga la vida de los alimentos, sino que también optimiza el consumo energético, contribuyendo a un ahorro en la factura eléctrica y al cuidado del medio ambiente.